Localidad: Espinosa de los Monteros

En la edificación hay que considerar dos partes fundamentales: el Palacio y la Capilla.
El Palacio está construido en mampostería, presentando elementos de sillería en un amplio friso inferior, esquinas y remates de los vanos, todos adintelados.

Consta de tres pisos, marcados por líneas de imposta de sillar.
El acceso a la casa, por la parte de la fachada principal, se realiza por un arco de medio punto entre pilastras. Sobre él varios vanos, destacando un balcón con balaustrada, ro- deado por dos escudos de los Velasco.
En la fachada por la que se accede a la Capilla, destaca un curioso mirador en marquetería, bien trabajado, apreciándose también magníficas vidrieras y trabajos de herrería.
En cuanto a la Capilla, se trata de una construcción de carácter clasicista, con arco de medio punto, con una simple moldura de tres fajas, imbuida entre dos pilastras sin decoración.
Sobre el entablamento con molduras lisas, aparece una hornacina en la que se aloja una escultura del apóstol Santiago con traje de peregrino.

Aparece un frontón semicircular roto, en cuyo interior se encuentra el escudo de los Velas- co con la Cruz de Santiago.
El arco del frontón se remata con tres formas piramidales con bolas, de clara inspiración escurialense.
A destacar también, dos óculos elípticos, a izquierda y derecha del conjunto.
En el tejado, aparece una espadaña de un solo vano que aloja la campana, rematada por un frontón triangular con una cruz de piedra y dos pirámides con bolas que se repiten a los lados de la espadaña.
En cada esquina del tejado aparecen pináculos en forma de pirámide, motivos que se repiten en la parte superior de la chimenea.
Toda la propiedad queda circundada por un doble recinto, el primero de ellos almenado y con chaflanes con ventanas blasonadas por el escudo de los Velasco; y el segundo con verjas y remates piramidales con bolas.
La construcción se inició en el año 1623, siguiendo el mandato del Rey Felipe IV que cedió el Palacio a Don Pedro de Velasco Bracamonte, que fue el encargado de la educación y custodia del hijo bastardo del mencionado Rey, Don Juan.
Este palacio fue casa y estudio del escultor Quintín de la Torre.
En referencia al escudo de los Velasco, se repite en diferentes lugares de la edificación, destacando, por su tamaño, los que flanquean los límites de acceso del cercado exterior, todos sobre grandes Cruces de Santiago.